Dos represores se fugaron del Hospital Militar de Palermo
Agencia Paco Urondo
Los represores Jorge Olivera y Gustavo De Marchi se evadieron del Hospital Militar Central, de Palermo, donde habían pedido ser trasladados desde San Juan con la supuesta intención de recibir atención médica. Pero ahora se sospecha que todo formó parte de un plan para fugarse, después de que en la provincia fueron condenados a reclusión perpetua –Olivera- y 25 años de prisión –De Marchi- por delitos de lesa humanidad.
Según precisaron en el juzgado Federal N°2, los represores habían sido trasladados por el Servicio Penitenciario Móvil que depende del Ministerio de Seguridad de la Nación. Por ahora no hay información oficial si en la evasión hicieron o no uso de la violencia. Ni tampoco trascendieron más detalles de cómo pudieron haberse escapado. La investigación por la evasión estará a cargo de la jueza de Marcos Paz.
Lo que se ordenó inmediatamente fue el pedido de captura nacional y se notificó a Migraciones para evitar que los represores se vayan del país. Olivera y De Marchi conservan los beneficios de la obra social de los militares. Como todos los militares, más allá de que ya no están en actividad, se hacen atender médicamente en los centros de salud militares.
Como estaban cumpliendo condena en San Juan, a través del defensor oficial habían pedido turnos para hacerse chequeos médicos en el Hospital Militar de Palermo. El Tribunal Oral Federal les concedió ese beneficio. Así fue como Olivera y De Marchi llegaron hasta la cárcel de Marcos Paz el jueves de la semana pasada. Y de allí fueron llevados al hospital militar de Palermo. Desde donde se evadieron.
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