“No he
dicho” Una imperdible propuesta teatral sobre poemas de Alfonsina
Storni.
Se dice que cierta vez un emperador pidió a un artista que pintase para él, la imagen más real posible de un dragón. El pintor muy preocupado por el mandato, intentó excusarse diciendo que jamás había visto un dragón. “Ni usted, ni yo, ni nadie ha visto un dragón – dijo el emperador – porque los dragones no existen. Pero si es en verdad un artista, enciérrese en su cuarto, coma y duerma como un dragón, piense como un dragón, sufra y goce como un dragón y cuando sienta con el alma de un dragón podrá pintarlo para que yo pueda ver un dragón”
Por Roberto Famá Hernández
Miembro de la Asoc. Arg. de Investigación y
Crítica Teatral - AINCRIT
Se dice que cierta vez un emperador pidió a un artista que pintase para él, la imagen más real posible de un dragón. El pintor muy preocupado por el mandato, intentó excusarse diciendo que jamás había visto un dragón. “Ni usted, ni yo, ni nadie ha visto un dragón – dijo el emperador – porque los dragones no existen. Pero si es en verdad un artista, enciérrese en su cuarto, coma y duerma como un dragón, piense como un dragón, sufra y goce como un dragón y cuando sienta con el alma de un dragón podrá pintarlo para que yo pueda ver un dragón”
De alguna manera es esto lo que ha logrado María Marta Guitart en “No he dicho” cuando desde la dramaturgia, dirección e interpretación, pone en escena una cuidada selección de poemas de Alfonsina Storni, y lo hace con tal arte que Guitart es Alfonsina, respira su aire, llora sus lágrimas, palpita sus mismas ansias, nos abre las puertas de su mundo más íntimo y entonces la emoción profunda y auténtica en toda la platea es inevitable.
En “No he dicho” nada hay que le
falte o le sobre: la iluminación, el vestuario, la escenografía, la música
incidental en vivo de Carolina Ison,
la multimedia y el espacio, se ajustan y ensamblan, como los pétalos de una rosa
que perfuma a esta Alfonsina, tan carnal, que sólo una artista integral, como lo
es María Marta Guitart, puede
pintarnos. Vemos una Alfonsina en la íntima soledad de su cuarto, durante su
última noche, y recorremos con ella pasajes de su alma de mujer, madre, amante,
luchadora, amiga y siempre poetisa. María Marta Guitart conoce y utiliza
todos los recursos expresivos de su voz, (que no son pocos) Su cuerpo habla
movido por una naturalidad que le otorga sentido de verdad escénica a cada
gesto. Hay un poema, por ejemplo, que es casi una proclama
política,pero no deja de ser un poema y Guitart lo sabe y no cae desde lo
corporal en la tentación de hacer ademanes que resultarían redundantes; con las
dos manos apoyadas de palmas sobre la mesa, deja toda la expresión en la
palabra, y eso está perfecto, porque tiene tanta fuerza el poema que allí no
necesita más que eso para seguir siendo casi una proclama política
sin dejar de ser un poema.
Estamos, sin dudas, ante una artista excepcional que domina la
dramaturgia, la actuación y la puesta en escena con total acierto. Luego de la
función en “Pan y Arte” hablamos con ella y
esto nos dijo:
RFH: - Dicen que saber elegir es saber renunciar; ¿cómo se hace para
elegir una veintena de poemas de Alfonsina y renunciar al resto? ¿Cómo fue esa
selección?
MMG: - Sí, una tarea ardua. Siempre que me preguntan la dramaturgia
de una obra de poesía como se logra, y es un poco eligiendo con el alma. Yo leí,
leí, leí y me iba quedando, y es lo que a uno le va resonando; porque hay textos
que uno lee y no se los olvida y resuenan en uno. Y después noches sin dormir en
que uno dice; esto va acá, esto después, esto de aquí pasa allá y todo ese
armado, que después uno no sabe si lo pudiera hacer igual porque va surgiendo,
como una necesidad. Y ya, con esa estructura, uno dice con este poema ya
hablamos de tal tema, de tal otro y vamos viendo de que manera estamos contando
ese viaje, que en este caso, “No he dicho” es la escenificación
de la última noche, el tránsito final, que en ella es voluntario.
RFH: - La escenificación última de aquel tránsito final está apoyada
en un recurso de multimedia sin dejar de ser teatral. ¿Cómo lograste esa
composición?
MMG: - Yo nunca había trabajado con imágenes en teatro y le tengo
mucho temor, porque esa combinación es extraña, es complicada; a mi me pasa, que
voy a ver teatro y el ojo se va a la imagen proyectada y no al cuerpo del actor
y termino viendo cine. Entonces quise superar este temor, animarme un poco más,
y me dije que si tiene que haber una imagen es al final y es el mar. Elegí que
en la obra ella no mencionara la muerte, sólo dice “se que he de vivir muy poco”
pero no menciona la muerte ni el mar en toda la obra y para la imagen trabajé
con Diego Enríquez que me presentó un montón de imágenes del mar, porque no
podía ser cualquier imagen del mar, no podía ser arrítmica, y un día nos
juntamos, yo fui con el último poema, y dentro de las imágenes que él me había
propuesto, comencé a seleccionar cada imagen para cada momento, luego ir
haciendo esa edición, trabajándolo palabra por palabra, el mar cuando es
envolvente y tiene esa fuerza, cuando el mar va, cuando viene, que acompaña la
bravura y la fiereza de la que ella habla, buscamos que la imagen acompañe cada
idea del poema.
RFH: - También es tuya la dirección y la puesta, le encontraste la
respiración a cada poema y su manejo del espacio; toda la obra es una creación
integral impecable. ¿Cómo lo trabajaste?
MMG: - Bueno, en algún momento Nara Carreira que es actriz y
bailarina, me ayudó con algunos movimientos, después yo los fui modificando;
trabajando con el cuerpo y con el poema, hacia donde ir desde ese primer ensayo.
Todo va surgiendo; al principio estaba vestida, luego me dije, es una persona en
la intimidad, que se despoja, es la enagua lo que lleva puesto, que es la
referencialidad al momento privado, donde puede tener un repaso de su vida, en
este caso a través de su poesía, en ese momento de tránsito al final, que ella
ya lo tenía muy claro.
Le agradezco a María Marta la entrevista y su arte, y me voy pensando
que sí, que es cierto; que hay artistas excepcionales que pueden pintarnos un
dragón con tal fe y sentido de verdad Stanislavskiana, que juraremos haber
visto un dragón.
Sábados a las 20hs. | Pan y Arte, Boedo 876
Ficha técnica
artística
Sobre textos de:
Alfonsina Storni
Dramaturgia:
María Marta Guitart
Actúan:
María Marta Guitart
Músicos:
Carolina Ison
Diseño de luces:
Diego Todorovich
Edición De
Imagenes:
Diego Enriquez
Dibujos:
Sol Storni
Diseño gráfico:
Cecilia Carballo
Prensa:
Marisol Cambre
Producción
ejecutiva:
Nicolás Maffongelli
Diseño de
movimientos:
Nara Carreira
Dirección:
María Marta Guitart
Unas
palabras.
Por María Marta Guitart
Por María Marta Guitart
“Una mujer que
estalla,
una mujer que florece en la palabra,
una mujer que juega a ser una niña,
una mujer que trabaja y hace sangrar la tierra en sus manos,
una mujer que da batalla a la desigualdad,
una mujer que es madre contra todo lo que se le opone,
una mujer que alza la voz y sueña una tierra donde el pan sea para todos,
una mujer con la fiereza de la loba y la bravura del mar.
una mujer que florece en la palabra,
una mujer que juega a ser una niña,
una mujer que trabaja y hace sangrar la tierra en sus manos,
una mujer que da batalla a la desigualdad,
una mujer que es madre contra todo lo que se le opone,
una mujer que alza la voz y sueña una tierra donde el pan sea para todos,
una mujer con la fiereza de la loba y la bravura del mar.
Esa es Alfonsina
Storni, una mujer que es tantas mujeres…
que es todas las mujeres.
que es todas las mujeres.
que soy yo misma
al adentrarme en sus versos,
que son una puerta para transitar los bellos y complejos caminos del alma.”
que son una puerta para transitar los bellos y complejos caminos del alma.”
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