Reflexiones sobre el ataque a CHARLIE HEBDO
por Darío Ferrazzano
Desde ayer, cuando se dio a conocer el
ataque a la revista de humor francesa Charlie Hebdo en los medios (en
cualquiera de sus plataformas: escritos, digitales, tv, radio) y redes sociales
se empezaron a publicar muchas cosas. Yo quisiera resaltar tres puntos
con respecto a lo periodístico del hecho.
En primer lugar el morbo constante que
viene en crecimiento desde hace tiempo: la innecesaria reiteración del video
donde se ve claramente cómo le pegan un tiro a un hombre herido en el piso, no
tiene sentido. Esto se suma a los ya reiterados videos donde se muestra
cómo el grupo ISIS decapita a los rehenes, colgados en las webs de los diarios.
Y la invitación constante a ver estas cosas, con sus títulos "mirá
el video donde decapitan" "mirá cómo rematan al herido".
Pasen y vean cómo se mata a la gente, cómo sufre. ¡Mirale los ojos
a un pobre tipo que tiene un cuchillo en el cuello y al que le queda nada de
vida!. En uno de los programas en donde se daba esta noticia estaba el
video en pantalla gigante de fondo, en continuado. ¿Hay necesidad?
Uno de los debates que se armó fue por la
libertad de prensa y comparaciones malintencionadas con respecto a las críticas
que se hace al periodismo. Se confunden las cosas y se agrandan, no fue
un ataque a la libertad de expresión lo que pasó en Francia, sino un atentado
de un grupo extremista, que precisamente lleva al extremo una ideología, en
este caso religiosa. No supone un ataque a la libertad de expresión
tampoco las críticas que se le puedan hacer a los periodistas (no estamos
exentos de las críticas, no somos intocables) y no se comparan con una masacre
en donde 12 personas murieron. De este punto se desprende también el
límite de determinadas publicaciones, con esto me refiero a las críticas sobre
las reiteradas caricaturas que Charlie Hebdo hace sobre Mahoma, caricaturas que
pueden ser interpretadas como un mensaje camuflado de lo que el "mundo
occidental" quiere imponernos: Los musulmanes son todos terroristas y
malos. Como bien detalla la página semanariovoz.com "la representación degradante y “caricaturesca”
que Charlie Hebdo hace del mundo islámico, en plena época de la llamada “guerra
contra el terrorismo”, con toda la carga racista y colonialista que esto
conlleva." No sería la primera vez que un medio respalda determinados hechos políticos a través
de la sátira y la ridiculización. Obviamente quienes realizan esta crítica
están en contra de lo ocurrido y ni por asomo justifican algo semejante. Si
buscamos la definición de sátira encontramos que es un "género literario que expresa indignación hacia alguien
o algo, con propósito moralizador, lúdico o meramente burlesco", quisiera
quedarme con esa definición con respecto a la revista. Así como acá tenemos la
Revista Barcelona que en un mismo tono resalta determinadas cosas con el fin de
llevarnos hacia una reflexión.
Por último quisiera resaltar lo que más me llevó a reflexionar: El presidente
de la Comunidad Islámica Argentina al repudiar lo ocurrido dejó en claro algo
muy cierto que está relacionado al punto de vista arriba mencionado: parece ser
que desde la caída de las Torres Gemelas en Estados Unidos, todos los atentados
y horrores en el mundo son causados por el Islam. Sólo parece que se cuentan
los muertos causados por grupos extremistas islámicos, el ataque constante de
Israel a la Franja de Gaza parece que no deja muertos civiles, al igual que las
permanentes invasiones de Estados Unidos a otros países para llevar
"libertad". Estas muertes no horrorizan al mundo, tampoco se contabilizan,
pasan y punto. Esto no es más que una simple reflexión sobre cómo se
estigmatizan ciertas cosas, en este caso una religión. Religión que es igual a
cualquier otra religión, con sus creencias. El tema no está en la religión sino
en llevarla al extremo. A este extremo de matar en nombre de un Dios,
cualquiera fuere.
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