Disciplinar
a los trabajadores en el contexto de inflación, ajuste salarial y represión
Por Roberto Famá
Primero una devaluación de la moneda del 40% anunciada
con varias semanas de anticipación, algo nunca visto en ningún país del mundo,
para que la inflación que venía con tendencia a la baja, se transforme en una
remarcación salvaje de precios que aún no termina y que se lleva puesto el
poder adquisitivo de los trabajadores.
La tan repetida frase “el salario no es
ganancia” quedó de lado y quienes no pagaron impuesto a las ganancias por su aguinaldo en diciembre
2014, sí lo hicieron en diciembre 2015.
Tampoco hubo bono extra (salvo “Camioneros”,
claro está.) para los trabajadores y apenas $ 400.- (Dos pizzas, diría el
Ministro de Hacienda) para jubilados y pensionados que cobran la mínima.
Una represión, brutal y por la espalda a los
trabajadores de “Cresta Roja” que manifestaban pacíficamente y que ya habían dejado
libre un carril de la autopista a Ezeiza: “Desalojamos
para que lleguen los jugadores de River” fue la única justificación que dio
la Ministra Bullrich por la irracional represión a los trabajadores.
Más de 10 mil despidos (hasta ahora) en el
ámbito público bajo el estigma mediático de “empleados ñoquis de La Cámpora,
que no trabajan” instalando en el pensamiento colectivo de nuestra sociedad que
el empleo público creció desmedidamente en los últimos doce años, como refugio rentista
de los militantes, ocultando que el crecimiento del empleo público en estos 12
años fue del 58% cuando el empleo privado fue del 86%. Nada dicen que el 75 % de
los trabajadores estatales trabajan en las áreas de salud, educación y
seguridad y en ese 58% de crecimiento hay científicos repatriados, nuevas
universidades públicas, ferrocarriles,
Aerolíneas Argentinas, Correo, YPF, etc., etc., etc. Está claro que el
verdadero objetivo detrás de estos despidos es el de achicar el Estado y crear
una masa de desocupados que presione a los que aún tienen trabajo y marchen
callados al ajuste bajo el temor de perder el empleo: "Los gremios verán si arriesgan salario a cambio de empleo" Amenazó
el Ministro Prat Gay.
Aunque los DNU (Decretos de Necesidad y Urgencia) no existen en la Constitución de la Provincia de Buenos Aires, la
gobernadora Vidal por DNU anuló las paritarias municipales en toda la provincia y reimplantó una vieja ley del duhaldismo, declarada inconstitucional por la
Suprema Corte provincial, que les
permitirá a los intendentes fijar los salarios de manera unilateral dando fin a
las paritarias. Y si los trabajadores no lo entienden, ahí estará nuevamente la
represión salvaje, como vimos hace pocas horas en el municipio de La Plata, con
otra vez balas de goma, gases y golpes, contra laburantes que reclamaban pacíficamente
por haber sido despedidos.
Inflación, caída del salario, desocupación y
represión, es lo único que tiene el PRO para los trabajadores. ¿Qué harán los
sindicatos?
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